lunes, 27 de abril de 2009

El león y los ratoncillos

















..Así de cruda es la realidad en las empresas en estos momentos..y en realidad siempre ha sido asi. Total ratoncillos siempre ha habido muchos y todos son iguales..

Cuenta la fábula etno-africana que nos enseñaron de pequeños lo siguiente:

Unos ratoncitos, jugando sin cuidado en un prado, despertaron a un león que dormía plácidamente al pie de un árbol.

La fiera, levantándose de pronto, atrapó entre sus garras al más atrevido de la pandilla. El ratoncillo, preso de terror, prometió al león que si le perdonaba la vida la emplearía en servirlo; y aunque esta promesa lo hizo reír, el león terminó por soltarlo..

Tiempo después, la fiera cayó en las redes que un cazador le había tendido y como, a pesar de su fuerza, no podía librarse, atronó la selva con sus furiosos rugidos. El ratoncillo, al oírlo, acudió presuroso y rompió las redes con sus afilados dientes. De esta manera el pequeño ex-prisionero cumplió su promesa, y salvó la vida del rey de los animales. El león meditó seriamente en el favor que acababa de recibir y prometió ser en adelante más generoso.

EN LOS CAMBIOS DE FORTUNA, LOS PODEROSOS NECESITAN LA AYUDA DE LOS DÉBILES.


Sin embargo, las moralejas que podemos sacar hoy de la realidad que nos sacude son estas:

Estando un día el león, tumbado en su despacho lamentando no ya las perdidas sufridas, sino la disminución de beneficios, observó como dos ratoncillos, (externalizados y mileuristas), se dejaban la cola y los bigotes por recoger grano cerca del Sr. Leon, cuando este pensando en la cantidad de animalillos con que contaba la selva, decidió zampárselos…. “Para abaratar costes”.

Los ratoncillos, le imploraron y entre lloros le decían: “ pero, ¿Y mis hijos? ¿y mi hipoteca?, si usted no nos engulle, le prometo que recogere más granos que un adolescente y encima en los meses impares le dejaré que practique la sodomía con mi esfínter…..

El león, se encogió de hombros y soltándoles un discurso sobre la globalización de la selva y aduciendo que el no podía hacer nada, pues las ordenes “le venían de arriba” se merendó a los ingenuos roedores.

No pensó en que un día los más débiles podían echarle una zarpa, tan solo por su cabeza pasó un atisbo de remordimiento por habérselos comido, al recordar el ofrecimiento del roedor y lo mucho que le ponía el sexo anal (sobre todo con especies de inferior tamaño a la suya)…

5 comentarios:

Maria dijo...

En fin, que pena que sea mas real de lo que asemeja...

buena semana Meri ;)

Castigadora dijo...

Hacía muchisimo que no me pasaba por aquí pero veo que no has perdido tu toque.
Si, que es cierto que la fábula en estos días es exactamente como la contaste, es triste, injusto, pero ahora mismo cómo pueden defenderse los ratones de esos leones sin escrúpulos. Lo veo algo negro esta mañana

Un saludo

jjj dijo...

muy buena historia, guapa.

besotes mil.

J. A. Blaya dijo...

No existen los poderosos sin los débiles q los encumbren a ese poder, algunos acaban negando esta verdad y es por eso q se quedan sin esfinter d ratoncillo :P

Unknown dijo...

perezosaaaaaaaa actualizaaaaaaaa jajajaja

muak